Un buen techo mejora el atractivo exterior de su casa, por lo que se debe tomar en cuenta su apariencia y mantenerlo en buen estado. Asimismo, un buen techo protege su inversión a largo plazo. Contar con un techo duradero y de alta calidad aumenta el valor de su edificación. Por lo tanto, no solo cumplen un rol de seguridad y protección, sino también de armonía y estética para la fachada de un hogar o edificio.

La resina sintética ASA (Acrílico-nitrilo, Estireno y Acrilato) y el PVC (policloruro de vinilo) están revolucionando el mundo de las cubiertas para techos gracias a su alto rendimiento y vida útil, estimada en más de 30 años sin mantenimiento. Ningún otro grupo de materiales se ha desarrollado tan potentemente en tan poco tiempo como el PVC.

Esta composición química le confiere a las tejas para techos sobresaliente resistencia y excepcional durabilidad ante las inclementes condiciones asociadas al intemperismo, constituyéndose así, en la mejor opción para el cerramiento de edificaciones como: residencias, centros comerciales, galpones y bodegas, edificios gubernamentales e institucionales, canchas deportivas y recreativas, y todo lo relacionado con remodelaciones que impliquen sustituciones de cubiertas/láminas.

Adicionalmente, su elegante acabado hace de las láminas de ASA-PVC un elemento infaltable en cada proyecto donde la estética y la funcionalidad deban marcar la diferencia.

Entre muchas de sus bondades podemos mencionar que las cubiertas para techos de ASA-PVC tienen una vida útil de más de 30 años, una protección contra los rayos solares perjudiciales para la salud y la piel, poseen gran resistencia a impactos de hasta 90 Kgs, además de una excelente resistividad térmica y un óptimo comportamiento bajo temperaturas extremas, en comparación al fibrocemento que suele quebrarse en temperaturas muy calientes.

Además, las láminas de ASA-PVC cuentan con una inigualable resistencia a agentes químicos o corrosivos por lo que se recomienda su instalación en zonas costeras o de altas temperaturas; También su peso ligero la hace adaptable a cualquier infraestructura ya sea de acero o de madera, diferente al fibrocemento que no cuenta con un fácil proceso de instalación y requiere solamente una infraestructura de acero por su peso elevado.